Flipped classroom
Hoy en día, en España, como en todas partes, cada vez se da más importancia a los métodos de enseñanza que propagan el aprendizaje personalizado y significativo de los estudiantes. Es por este motivo, que muchas escuelas empiezan a usar metodologías como flipped classroom en algunas asignaturas.
Este método consiste en dos partes: una tarea inicial pensada para que se realice en casa, y otra que se realizará en la escuela.
La primera consiste en la realización de tareas como la visualización de vídeos o escucha de audios cortos (máximo 10 min), o pequeñas lecturas online. Los vídeos en cuestión, por ejemplo, pueden incorporar preguntas para comprobar que el alumno entiende el contenido que se está explicando o que tiene conocimientos previos para poder visualizar un vídeo de un nivel más avanzado.
El objetivo es que los alumnos lleguen a clase con unos conocimientos previos a lo que se va a explicar en la sesión y que tengan a su disposición distintas explicaciones de un mismo tema, para que ellos mismos decidan qué método (visual, auditivo etc.) les va mejor para aprender los conocimientos trabajados.
De esta manera, al llegar a clase, los alumnos estarán más preparados para realizar actividades con metodologías activas, es decir, ya no se trabajará solo con fichas, sino con concursos, aplicaciones, trabajos en grupo etc.
Este método implica un cambio drástico en la manera tradicional de enseñar, pues, los alumnos ya no van a clase a escuchar al maestro dictar la lección y se llevan a casa ejercicios. Ahora, los estudiantes miran contenidos cortos en casa y el día siguiente, aprovechan la presencia del profesor para poner en práctica esos conocimientos. Además, esta metodología ofrece muchas maneras de comprobar que el alumno realmente entiende qué es lo que está aprendiendo.
He explicado esta metodología en el siguiente vídeo, apoyándome con un Power Point y ejemplos.
Este método consiste en dos partes: una tarea inicial pensada para que se realice en casa, y otra que se realizará en la escuela.
La primera consiste en la realización de tareas como la visualización de vídeos o escucha de audios cortos (máximo 10 min), o pequeñas lecturas online. Los vídeos en cuestión, por ejemplo, pueden incorporar preguntas para comprobar que el alumno entiende el contenido que se está explicando o que tiene conocimientos previos para poder visualizar un vídeo de un nivel más avanzado.
El objetivo es que los alumnos lleguen a clase con unos conocimientos previos a lo que se va a explicar en la sesión y que tengan a su disposición distintas explicaciones de un mismo tema, para que ellos mismos decidan qué método (visual, auditivo etc.) les va mejor para aprender los conocimientos trabajados.
De esta manera, al llegar a clase, los alumnos estarán más preparados para realizar actividades con metodologías activas, es decir, ya no se trabajará solo con fichas, sino con concursos, aplicaciones, trabajos en grupo etc.
Este método implica un cambio drástico en la manera tradicional de enseñar, pues, los alumnos ya no van a clase a escuchar al maestro dictar la lección y se llevan a casa ejercicios. Ahora, los estudiantes miran contenidos cortos en casa y el día siguiente, aprovechan la presencia del profesor para poner en práctica esos conocimientos. Además, esta metodología ofrece muchas maneras de comprobar que el alumno realmente entiende qué es lo que está aprendiendo.
He explicado esta metodología en el siguiente vídeo, apoyándome con un Power Point y ejemplos.
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